¿Se está cansando
todo el mundo de la RSE? No, este
sentimiento no es universal. Sigo los
debates y las prácticas en el mundo anglo-sajón y en el mundo latino (América y
Europa latinas) y la diferencia en la discusión es muy amplia. En el mundo anglo-sajón no existe el
pesimismo, decepción, cansancio que se percibe en el mundo latino,
especialmente el hispano. Sin pretender
hacer un análisis comparativo, aventuro, medio en serio medio en broma, algunas
razones del cansancio con la RSE donde se habla español, siendo el caso de
España el más patente. Y sobre todo
parecen ser los expertos que escriben sobre el tema los que se están cansando
más.
¿Por qué nos estamos cansando de la RSE?
Porque los que
más hablan del tema son siempre los mismos, dicen lo mismo y se cansan los unos
a los otros.
Porque nos aburre
lo viejo y nos gusta lo nuevo. Pero como no se puede inventar algo nuevo cada
día y que sea efectivo y eficaz, cada vez que alguien propone algo nuevo
termina siendo más de lo mismo. Y eso
cansa.
Porque hemos
convertido lo que es una actitud, una manera de hacer las cosas ahora y en el
futuro, en una cosa, en un objeto del presente, lo que se vuelve monótono.
Porque la RSE es
víctima de su popularidad. La están matando a besos.
Porque la muchos de
los que se dicen expertos se mantiene a nivel de la superficie, de
generalizaciones, de conceptos, de frases hechas, sin profundizar. Y eso cansa.
Porque el nombre
no es lo suficientemente claro y da lugar a que se entienda como objeto (ya que
estoy en ello, repito mi mantra de que debería ser: Responsabilidad de la
empresa ante la sociedad). Y eso cansa.
Porque cada gurú
quiere llamarla a su manera. Y yo también ;-). Y eso agota.
Porque cada uno
que la descubre cree que el resto del mundo no sabe nada y tiene que enseñarle
lo que acaba de aprender y recalienta la sopa. Y eso aburre
Porque muchos
medios aceptan publicar cualquier cosa sin criterios de selección por calidad,
contribución, innovación………………… y se cansa uno de oír, ver, leer lo mismo.
Porque la
facilidad de transmisión de información y el correspondiente exceso nos está
agobiando.
Porque muchos consultores
en RSE no practican la responsabilidad que predican y contribuyen a dorar la
píldora (léase greenwashing). Y eso decepciona.
Porque hay muy
pocos consultores con experiencia en la práctica, en empresas, haciéndolo. Viven
en el mundo del “debería ser” no el de “lo que es”. El debería ser es el mismo y eso cansa.
Porque muchos
centros educativos donde se imparte el tema lo hacen de forma superficial,
acelerada. Gradúan consultores sin
experiencia. Y eso contribuye a las razones anteriores.
Porque las
empresas y los gurús en habla hispana preferimos competir a cooperar (en vez de
CUMPETERE: Cooperar para competir). Y
eso agota.
Porque hay
muchas falsedades en el comportamiento de las empresas (y el de los
funcionarios públicos, políticos y algunos miembros de la sociedad civil no
ayudan a la percepción de ética y responsabilidad). Generan incredulidad, pesimismo, decepción.
Porque ante
la debilidad e indiferencia de las instituciones de seguimiento y control,
incluyendo los medios, no hay criterio crítico para denunciar lo malo y premiar
lo bueno. Y eso es una falla.
Porque ante
la indiferencia e ignorancia de los consumidores y clientes las empresas pueden
abusar de su ingenuidad. Y parece ser que es la RSE la que no funciona. Y eso cansa.
Porque las
grandes expectativas que se han creado sobre la RSE no son cónsonas con la
realidad, con el entorno en que se desenvuelven las empresas, competitivo, de
supervivencia, con incentivos perversos al comportamiento. Y esto decepciona.
Porque
tenemos la visión de corto plazo, impaciente, que le criticamos a las empresas.
Y eso frustra y agota.
Y antes de
que el lector lo sugiera, añado la número 20: Porque el autor de este artículo
cansa con su insistencia en promoverla.
¡Y seguro que el lector tendrá sus propias razones!
Y esto es lo
que la RSE nos pregunta a todos
Pero es NUESTRA RESPONSABILIDAD, como personas,
trabajar juntos, con las empresas, gobiernos y sociedad civil en mejorar la
sociedad.
FELICES FIESTAS y que el Año Nuevo nos haga a todos
más responsables.
Bendita insistencia la tuya de promover la RSE.
ResponderEliminarPersonalmente, quiero agradecerte esa insistencia.
Tratas de de la popularidad que ha alcanzado la RSE y de su importancia en este momento. Yo creo que se ha convertido la RSE en una moda y como todas las modas cuando se abusa de ellas, como bien dices, cansa. Son muchos los que se han sumado a esta ola de responsabilidad creando sólo fachada, estando vacíos de cualquier esencia de responsabilidad. Y hoy en día todo, para bien o para mal, sale a la luz. Que nos hayamos enterado de estos sucesos no ha hecho otra cosa que volvernos desconfiados en lugar de críticos.
Se ha viciado el término de tanto nombrarlo en falso. Pero eso no significa que se haya agotado ni mucho menos, para los que queremos promover la RSE como tú, llámese RSE o de otra manera, viene siendo lo mismo: RESPONSABILIDAD EMPRESA- CIUDADANO Y RESPUESTA RESPONSABLE CONSUMIDOR- EMPRESA.
Es cierto que estamos en la época de la infoxicación, recibimos más información que nunca pero estamos peor informados y además la información que recibimos está carente de principios éticos y críticos y esto es decepcionante. Hablas de indiferencia y de un tiempo presente que prima, y quiero aunar estos dos temas como principios de un pensamiento consumista que no es sostenible. No hay duda de que mientras los consumidores no nos concienciemos de las necesidades futuras y de un modelo de consumo más ético, las empresas no van a sumarse en este esfuerzo en pro de un desarrollo sustentable.
En mi trabajo hablo a menudo de cómo al etiquetar las cosas olvidamos comprenderlas en su totalidad y creo que ha pasado lo mismo con la RSE. Acabando este comentario me encuentro con la ilusión suficiente y duradera al pensar que es posible un mundo mejor, que la RSE no se agota porque son valores y los valores están dentro de las personas, sea cual sea su lugar y su trabajo en la sociedad, y que la cooperación es el camino con el que vamos a ganar impulso hacia ese mundo mejor.
Muchas gracias por el post, es realmente bueno. Yo creo que se trata de como bien decís que sea una actitud, una manera de hacer las cosas.
ResponderEliminarDe todos modos, creo que hay iniciativas de RSE desde algunas empresas, por ejemplo las telefónicas con sus facturas electrónicas, que evitan el uso de papel innecesario y protegen al medio ambiente.
Se trata de darle más fuerza e impulso a la RSE!
Hola, he leido el articulo y me parece interesante.
ResponderEliminarEs cierto que se esta produciendo un cierto cansancio con el tema de la RSC, y creo que no solo es una cuestion de conceptos superficiales.
El ejemplo de las facturas online de los operadores de telefonia, creo que mucha gente no lo percibe como un beneficio para el medio ambiente, sino como una forma de dificultar el acceso a la factura. Creo que se debe a que la idea es buena, pero como no cuidan de evitar errores en el proceso, al final el consumidor percibe un perjuicio que no se justifica, ya que le bombardean con publicidad en papel.
Resumen, si quieres promover algo nuevo los consumidores tienen que percibir que te lo crees, no que solo intentas aprovechar una moda para seguir sacando beneficio.
Ahora hay un clima de desconfianza con el que hay que tener cuidado.
Hola, he leido el articulo y me parece interesante.
ResponderEliminarEs cierto que se esta produciendo un cierto cansancio con el tema de la RSC, y creo que no solo es una cuestion de conceptos superficiales.
El ejemplo de las facturas online de los operadores de telefonia, creo que mucha gente no lo percibe como un beneficio para el medio ambiente, sino como una forma de dificultar el acceso a la factura. Creo que se debe a que la idea es buena, pero como no cuidan de evitar errores en el proceso, al final el consumidor percibe un perjuicio que no se justifica, ya que le bombardean con publicidad en papel.
Resumen, si quieres promover algo nuevo los consumidores tienen que percibir que te lo crees, no que solo intentas aprovechar una moda para seguir sacando beneficio.
Ahora hay un clima de desconfianza con el que hay que tener cuidado.