domingo, 9 de junio de 2013

¿Cómo interpretar LA definición de la RSE?


Desde tiempo inmemorial se han propuesto innumerables definiciones para la responsabilidad social de la empresa, RSE. Cada quién parece tener la suya.  En gran parte la búsqueda de la definición universal está estimulada por las múltiples interpretaciones que se pueden dar a los términos de “responsabilidad” y “social”, en buena parte por individualismo, en la búsqueda de la definición que dé reconocimiento al autor, y en buena parte porque es un concepto en evolución.  Este artículo pretende demostrar que la definición más sencilla dada hasta ahora es la más completa y es la guía para la estrategia de RSE de la empresa.  Pero hay que saberla interpretar.



No vale la pena reproducir las muchas definiciones.  Hasta la reciente ISO 26000 aventuró una extensa definición que no ayudó a aclarar las cosas. ¡Qué fuerte debe haber sido la presión de los participantes en el proceso para inventar una!  El criterio que debemos usar para evaluar una definición es el poder de convertirse en acción y, en nuestro caso, su capacidad de ser convertida en estrategia de la empresa.

Creo que la Unión Europea en el 2011 dió la definición que debería ser la definitiva, o por lo menos la que debería usarse de ahora en adelante, por su simpleza y su riqueza: “Responsabilidad de las empresas por sus impactos en la sociedad”, en forma pasiva, que traducida a forma activa, “implementable”, se puede leer como “Gestión de los impactos de la empresa ante la sociedad”, entendiendo que la palabra “sociedad” también incluye el entorno en que ella existe: el medio ambiente.

Me propongo analizar qué quieren decir cada uno de los tres términos claves: gestión, impactos y sociedad, y demostrar que, bien entendidos, la definición es de aplicación universal y puede servir para guiar la estrategia de RSE de cualquier empresa.

Gestión.  Gestión en el más amplio sentido de la palabra, que incluye conceptos como eliminación, reducción, mitigación de impactos negativos y mejora, potenciación y extensión de los positivos. Así no hace falta tener que explicar que la empresa, como parte de su gestión, puede y debe disminuir sus impactos negativos pero también puede querer contribuir al desarrollo económico, puede querer apoyar al desarrollo local, institucional, mejorar condiciones de trabajo, entre otros.  Será su manera de gestionar los impactos, tangibles o intangibles, pasados, presentes o futuros. Puede hasta crear valor compartido y compartir el valor creado, si ello forma parte de sus impactos en la sociedad. La palabra gestión es incluyente.

Impactos.  Toda actividad tiene impactos, que pueden ser positivos y negativos y pueden ser actuales o potenciales, presentes o futuros.  Pero para efectos de implementar su gestión la empresa debe determinar cuáles son los impactos que tiene que considera relevantes y cuáles quiere tener.  Tradicionalmente se ha interpretado que lo que se gestiona son los impactos que tiene, pero la definición también puede/debe incluir los que quiera tener, lo cual daría cabida a considerar el papel que la empresa quiere jugar en la sociedad, con una visión de más largo plazo.

La nueva versión del GRI G4 incluye como punto central un proceso de determinación de los  impactos que tiene (aunque no los que quiere tener) y de las partes afectadas.  Como muy bien lo reconoce el GRI G4, no es práctico tomar responsabilidad por todos los impactos posibles, actuales y potenciales. ¿Hasta donde llegan las responsabilidades de las empresas? Hay que determinar los que son relevantes en el contexto en que opera la empresa.

Y este aspecto es de importancia crítica para todas las empresas pero más aún para las PyMEs, a las que les suelen vender una visión muy amplia de sus impactos, incompatibles con su limitada capacidad gerencial y financiera de gestionar las acciones de eliminación, reducción, mitigación de impactos negativos y mejora, potenciación y extensión de los positivos.

Pero ¿y si a la sociedad no le parece bien la definición de la empresa de gestión, o como la ejerce, o como determina sus impactos?  ¡Que actúe!  La sociedad también tiene responsabilidadNo puede desentenderse.

Sociedad.  De la misma manera la empresa debe decidir quién es la “sociedad” para ella.  En principio “sociedad (y medio ambiente)” es un concepto ilimitado, y como tal no es un concepto práctico.  La empresa debe acotarlo y decidir las partes que considera como afectadas, positiva o negativamente, real y potencialmente. Para una PyME la “sociedad” puede limitarse a sus empleados y la comunidad que la rodea y gestionará solo aquellos impactos que tengn relevancia para su estrategia  (a lo mejor así dejaremos de venderles la idea de que deben hacer de todo, como sugieren las herramientas de auto diagnóstico y pedirles que preparen informes de sostenibilidad, que a “su sociedad” no le interesan)  Una multinacional tendrá una definición mucho más amplia y podría extenderla hasta el planeta.

¿Y si a la sociedad no le parece bien su definición de sociedad?  ¡Que actúe!  La sociedad también tiene responsabilidadNo puede desentenderse.

En resumen, la empresa define quién es la sociedad para ella (que no es toda), como la impacta y como quisiera impactarla (que no es de todo), en consulta, si quiere (aunque debería) con esa sociedad, y como quiere y puede gestionar estos impactos (en función de su capacidad). 


He allí la base para determinar la estrategia de la empresa.  Y esto basado en la más sencilla de las definiciones de RSE, la de la Comisión Europea.  Y podemos dejar de hablar de “voluntariedad” y de “ir más allá de la ley”……………………….. ¡por favor!

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