domingo, 27 de enero de 2013

Friedman y Smith: ¿Enemigos de la responsabilidad de la empresa?


Milton Friedman y Adam Smith son dos economistas ampliamente citados en la discusión del papel de la empresa en la sociedad. Pero en la gran mayoría de los casos se cita una frase de cada uno, que por su elegancia son fáciles de recodar.  Hacen aparecer a Friedman y Smith como defensores del libre mercados a ultranza y son usadas por los detractores para atacar la RSE.  Aun cuando son muchos los que las citan son muy pocos los que las ponen en su contexto integral.






Es ampliamente conocida la posición del Nobel de Economía de 1976 Milton Friedman quien dice que “el negocio de los negocios es hacer negocios” en su libro de 1962 [i]. The Economist, produjo un informe especial en el 2005 sobre Responsabilidad Social de la Empresa (The Good Company), que revolvía alrededor de esta cita, concluía todavía más severamente “El negocio de los negocios es hacer negocios. No hacen falta disculpas”.  No hay nada más que discutir (el periódico cambió de opinión en otro suplemento especial del 2008: Just Good Business).

Pero en un artículo posterior (1970), The Social Responsibility of Business is to Increase its Profits, el mismo Friedman decía[ii]:

La responsabilidad del ejecutivo es manejar los negocios de acuerdo a sus (de los accionistas) deseos, que generalmente es ganar tanto dinero como sea posible, cumpliendo con las reglas básicas de la sociedad, tanto las establecidas en las leyes como aquellas plasmadas en las costumbres éticas” (énfasis añadido).

En el esfuerzo por desprestigiar la responsabilidad social de la empresa, se suelen mencionar citas selectivas. Sin embargo, si se lee bien el artículo, se puede apreciar que con lo que no estaba de acuerdo Friedman era con asignarle a la empresa responsabilidades en resolver los problemas de la sociedad y no en que la empresa tuviera actividades que hoy serían parte de su responsabilidad social. Eso sí, siempre y cuando no perdiera dinero en ello. 

Mucho progreso habría si todas empresas respetaran las leyes y regulaciones y guiaran sus acciones de acuerdo a la ética. 
 
Es más, en el mismo artículo, en una cita muy poco conocida, utiliza el argumento empresarial de la RSE, que los detractores prefieren ignorar:

Puede, en el largo plazo, ser del interés de la empresa, que es un gran empleador en una pequeña comunidad, el dedicar recursos a proporcionar facilidades a la comunidad o mejorar su gobernanza.  Esto puede facilitar la atracción de empleados, puede reducir el costo de la nómina o reducir las pérdidas y el sabotaje o tener otros efectos beneficiosos”.

Esto fue escrito para la realidad de Estados Unidos en el año 1970, donde el papal de la empresa como creador de riqueza estaba en auge.  No usa el argumento moral y de solidaridad, pero reconoce las leyes, comportamiento ético y el argumento empresarial.  Esta cita describe muy bien parte del papel de la empresa en países en vías de desarrollo.  Invitamos al lector a substituir la palabra “pequeña comunidad” por “países en vías de desarrollo”.

En el caso de Adam Smith es ampliamente conocida (¡y abusada!) su cita de 1776[iii]:

No es por la benevolencia del carnicero, del cervecero y del panadero que podemos contar con nuestra cena, si no por su propio interés. No nos dirigimos a su humanidad sino a su amor propio y nunca les hablamos de nuestras necesidades, sino de sus ventajas.

Esta cita de Adam Smith se usa mucho para destacar la importancia del funcionamiento del libre mercado y el efecto del interés propio sobre el emprendimiento y el progreso.  Esta frase está en el contexto de la creación de riqueza.  Es sacada del libro con el título “Investigación de la naturaleza y casusas de las Riquezas de las Naciones”.

Esta cita es sobre lo que puede conducir a creación de la riqueza, pero no describe el  comportamiento que él cree necesario.  Esto ya lo había escrito 17 años antes en una obra anterior, “La teoría de los sentimientos morales” (1759), con las palabras siguientes:

Por muy egoísta que se suponga que es el hombre, es evidente que hay en su naturaleza algunos principios, que le hacen interesarse por el bienestar de los demás, (énfasis añadido) y hacerle necesaria su felicidad, aunque nada derive de ella si no es el placer de verla” …….. “este sentimiento, como todas las demás pasiones originales de la naturaleza humana, no se limita a los virtuosos y humanitarios, aunque quizá lo sientan con exquisita sensibilidad. El mayor rufián, el violador más endurecido de las leyes de la sociedad, no carece completamente de él”.

Hay una aparente contradicción entre el Adam Smith que supuestamente propone dejar todo al mercado, a la “mano invisible”, y el que propugna los sentimientos morales. Pero es aparente.  El Premio Nobel del 2002 Vernon Smith ofrece una explicación en un trabajo titulado “Las dos caras de Adam Smith” de 1998, donde sostiene que Adam Smith había descubierto intuitivamente dos tipos de comportamiento coexistentes en los seres humanos, que se reflejan en ambos libros[iv]:

La reciprocidad positiva en los intercambios personales cara a cara y el amor propio en intercambios  impersonales en el mercado económico. Cuando se trata de conocidos, entran en juego los sentimientos morales del primer libro. En cambio, cuando el comercio es a distancia, los individuos miramos por nuestro propio interés. En las relaciones directas opera la reciprocidad no monetaria, disciplinada por sanciones sociales. En el mercado económico, la remuneración es monetaria y la represión de los incumplimientos opera por garantías comerciales o castigos legales.

De allí que la empresa, como aglutinación de personas incluye ambos tipos de intercambios, aunque en algunas puedan dominar mas unos que otros. Y es precisamente la concepción moderna de la responsabilidad social de la empresa la que pretende que los intercambios tiendan a lo personal, a lo social, más que a los impersonales, puramente económicos o mercantiles[v].

No podemos afirmar que Friedman y Smith son citados fuera de contexto, pero sí que son citados selectivamente. No eran ogros anti responsabilidad empresarial.




[i] Friedman, M., 1962, Capitalism and Freedom, University of Chicago Press, Chicago, página 133 
[ii] Friedman, M., 1970, The Social Responsibility of Business is to Increase its Profits, New York Times, 17 septiembre.
[iii] Smith, A., 1776, An Inquiry into the nature and causes of the Wealth of Nations, W. Strahan and T. Cadell, London.
[iv] Citado por Pedro Schwartz, Las dos caras de Adam Smith , 22 de noviembre de 2005, www.elcato.org/node/120
[v] El contrate entre transacciones en el plano comercial y el plano social fue analizado en el capítulo III.6 Sin incentivos no hay paraíso. Segunda parte, de mi libro Una Mirada Crítica a la Responsabilidad Social de la Empresa en Iberoamérica.

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